Este caso trata de una mujer que se encuentra a punto de morir, por cuenta de un cáncer que padece en avanzado estado, sin embargo existe un medicamento creado por un farmacéutico que la puede salvar, pero por su alto costo ella no puede acceder, para lo cual su esposo (Don Carlos) realiza campañas benéficas para recolector recursos, intenta conseguir créditos, pero sus esfuerzo son en vanos, finalmente ruega al farmacéutico permitir pagar el medicamento a cuotas con el único fin de salvar la vida de su esposa, pero este se niega; , ante esta negativa, Don Carlos desesperado, decide atracar la farmacia para robar la medicina.
Kohlberg, L. (1994). La educación moral.
Reflexión
Es claro que la vida de una persona debe primar sobre cualquier bien, mas en el mundo actual ello se ha convertido en un imperativo ético, toda vez que como se presenta en el caso planteado el esposo de la mujer buscó por todos medios conseguir la suma de dinero que requería su esposa para posiblemente curar su enfermedad pero ello no fue posible, por lo tanto el amor por su compañera lo llevo a infringir una norma social y a quebrantar su ética al robar este medicamento. De allí que por un lado tenemos a un esposo desesperado por salvar la vida de una persona y de otro lado está el científico que quiere cobrar por su invención, en cuanto al cónyuge puedo decir que aunque cometió un grave error al robar la droga y que no siempre el fin justifica los medios, actuó de forma desesperada solo pensando en salvaguardar su familia , seguramente no tuvo un espacio para una reflexionar, en las consecuencias que esta actuación acarreaba, pues popularmente solo decimos “por mi familia hago cualquier cosa” y esto sería por una buena causa ya que la vida de una persona vale más que todo el oro del mundo; en cuanto al farmaceuta me parece que está bien que cobre una buena cantidad de dinero por su trabajo pero también hay que tener en cuenta el valor por ayudar y ponerse en el lugar del otro.
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